EMPATÍA
Sobre la acción del compañere Leufümanke
x Jazmín Ra: Performista y Licenciada en Arte de la U. de Chile. También Psicóloga, post titulada en clínica psicoanalítica y especializada en género de la misma universidad.
La acción comienza con dos planos: por un lado, la ciudad en plano cenital, por otro la bandera mapuche Wenüfoye (1992), cubriendo la cabeza del compañere Leufümanke. Desde el cielo miramos el río y el pavimento, ambos grises; contrastando el movimiento de las autopistas, con el sonido del agua, con el movimiento del río.
Leufü comienza su acción en medio de un puente / paso peatonal, que cruza al río Mapocho. Realiza estiramientos con su cuerpa, un saludo al sol, como si fuese una rutina matutina de ejercicios la que va a comenzar. Sin embargo, la indumentaria que cubre su cuerpa, instala una intuición de que algo acontecerá: la bandera mapuche Wenüfoye (1992) está amarrada a su cabeza, como una capucha que mimetiza su rostro con la bandera. Sus ropas veraniegas, además, son complementadas por un arnés de cuero con tachas, el que remite a las prácticas BDSM.
Este primer gesto de la indumentaria, levanta todo un proceso identitario que hay detrás, señalándonos las identificaciones con las que le compañere ha construido su identidad mestiza; tanto la cuerpa mapuche que ha migrando a la ciudad, como la identidad de género rebelde y disidente a las normativas que la masculinidad hegemónica impone.
Empatía.
Con un galón de plástico, le compañere vierte agua clara sobre su cuerpa erguida, sobre su cabeza y rostro abanderado, mientras vemos como la turbia corriente del Mapocho pasa por debajo del puente. Este gesto pegotea la bandera sobre su rostro, por lo que se la quita, y vierte el resto del agua sobre el pavimento.
Fotografías de Paloma Leiva y Camila Albertazzo
Los significantes puestos en escena, el agua fría cayendo sobre la cuerpa, el pegoteo de la bandera sobre la cara y el arnés, me hacen sin querer pensar en la tortura; en las múltiples cuerpas siendo asfixiadas por resistirse al abuso y al olvido, abandonadxs inertes en las riberas de los diversos ríos de nuestra territoria.
Aguas que las necropolíticas por la fuerza, han hecho cómplices de lavar la evidencia de lo allí ocurrido.
Empatía.
Leufü comienza una lectura a viva voz, recitando un archivo temporal de nombres y hechos que lleva escrito en un rollo de papel absorbente. El papel contiene el relato de la violencia estatal y capitalista que ha tratado de silenciar la resistencia contra el extractivismo y las hidroeléctricas en el Wallmapu. Rememorando tanto el nombre de activistas caídos por esta causa, como los hechos acaecidos en diversas circunstancias de amedrentamiento a les mismes.
Lxs hemanxs Agustina Huenupe Pavian y Mauricio Huenupe Pavian, asesinadxs el 2001 en el sector de Cañicú. El comunero Jorge Antonio Suarez Marihuan, quien fue encontrado muertx el 11 de diciembre de 2001 en la ribera del río Queuco. El joven Camilo Catrillanca Marín, asesinadx el 2018 de un disparo en la cabeza en Temucuicui, por funcionarios del comando Jungla. Estos son algunes de les nombres que la acción busca rememorar; para denunciar el terrorismo de Estado que tanto los gobiernos de concertación como de derecha, han avalado en tiempos de democracia.
Transeúntes que pasan por el lugar le tratan de acallar, pero otres le defienden, mientras Leufümanke continúa rememorando, recostando su cuerpa en el cemento, en un claro significante de cómo la violencia les ha quitado la vida a quienes ahora está conmemorando. Posteriormente va cortando pedazos pre picados del rollo de toalla nova donde ha anotado los datos duros, y los va poniendo en el cemento mojado, repitiendo este gesto mientras recorre el puente. El papel absorbe el agua y esta borronea las palabras. El papel se deshace, evidenciando la fragilidad de la memoria y la imposibilidad del acceso a la misma.
Empatía.
La cuerpa del compañere Leufü es empática y nos trae de vuelta esa memoria que por la fuerza nos han querido quitar; siendo contenedorx de esa multiplicidad de cuerpas signadas por la doctrina de la muerte.
Empatía.
El papel deshecho, además, devela el desperdicio de los recursos naturales en la vida moderna; el papel proviene del extractivismo y la reforestación de pino y eucalipto, que reseca los suelos, devastando la territoria para abaratar costos a las empresas privadas.
Empatía.
Leufümanke recorre las calles aledañas a la ribera del río Mapocho, con la bandera mapuche enarbolada al viento, la que además ha sido gran protagonista del estallido social del 18 de octubre del 2019. En este contexto, la Wenüfoye aparece como una reivindicación de las pueblas originarias, de sus derechos políticos denegados por el Estado chileno. Su reconocimiento por parte de la puebla chilena, ha significado a la vez, una reivindicación de nuestras raíces borroneadas por el mestizaje forzoso, por la violación, por el blanqueamiento y la idiosincrasia criolla, que históricamente han subjetivado nuestro deseo, convenciendonxs de la pertenencia a un occidente que jamás hemxs conocido.
Empatía.
La acción culmina frente a un mural callejero levantado durante la revuelta social del 18/O por la artista grafitera Juana Pérez (@juanaperez1987), ubicado en la calle Andrés Bello, frente al puente que mira hacia TVN (Televisión nacional de Chile). La mural proclama desde el registro/vídeo la palabra: Empatía.
Levantando la Wenüfoye, Leufü cubre nuevamente su cabeza con ella, realizando estiramientos corporales que retornan nuestra mirada a la primera escena de la performance, sobre el río. Ahora su acción performativa es realizada frente a la empatía de conmemorar esos ríos y esas cuerpas. Acción que, entrelazada al mural, forma una alianza potente entre cuerpa, espacio y lenguaje urbano. Allí el significante Empatía, instala una necesidad colectiva de la misma, un llamado a ella, que aparece como una intuición concreta en el arte de las cuerpas activistas.
Empatía.
En la actualidad, la Municipalidad de Providencia se ha encargado simbólicamente de señalar como la empatía ha sido borrada de las calles, pintando de blanco las murallas, para eliminar su huella y así censurar la voz de la revuelta. Sin embargo, las acciones conmemorativas que el arte de performance actual nos trae, son rituales de resistencia en contra de la represión de la hegemonía. Operan como micro políticas del registro y el archivo, que almacenan / transmiten relatos desde la cuerpa y desde la acción, para que la historia definitiva ya no sea escrita por el patriarcado.
Empatía.
Es de esta manera, que el trabajo de Leufümanke da apertura a la memoria, a múltiples memorias, para no olvidar. En la acción Leufü se sitúa frente a Empatía, sin conocer en ese momento que el mural fue realizado por Juana, junto a una grupa de compañeras, mujeras organizadas pintoras. Sin saber tampoco que un año más tarde el mural sería eliminado por el municipio. Y sin saber que, gracias a la difusión de su acción, el mural Empatía sería visibilizado una vez más en la prensa, permitiendo a ambas artistas reconocerse, conectar y entretejer.
Empatía.
Finalmente, Leufü tiende su cuerpa en el suelo de cemento, mientras el viento que ha acompañado toda la acción, resuena como último protagonista, inundando con su ritmo nuestra percepción.